Proverbios 3:9 “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos y serán llenos tus graneros con abundancia.”
INTRODUCCIÓN
Cuando Adán y Eva, los seres que Dios creó, a quienes les había dado Su imagen y semejanza, usaron el don del libre albedrío y le dijeron “No” al Creador, decidieron darle la espalda a Dios y comer del fruto prohibido se rompieron las relaciones con Él, lo cual hizo que no solamente se perdieran ellos, sino también toda su descendencia.
En ese momento crítico de la historia, Dios perdió toda la humanidad, perdió a Adán, a Eva a sus descendientes y hasta a nosotros! Porque la Biblia dice que por el pecado de Adán, entró el pecado al mundo entero.
El dolor de Dios fue indescriptible, no tenía opciones y Jesús dijo: “Me ofrezco para hacerme carne y rescatar lo que se ha perdido.” El Padre tomó la dolorosa decisión de aceptar ese ofrecimiento.
- JESÚS ES LA PRIMICIA DEL PADRE
Jn 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
El objetivo de Dios al enviar a Su Hijo fue entregarlo como una primicia porque Jesucristo es llamado: La primicia del Padre.
El objetivo de dar esa primicia fue recuperar lo que se había perdido.
Dios sabía que si quería recibir tenía que dar, Él no podía recibir sin un acto previo de dar, entonces tomó una decisión muy crucial: Entregar a Su Hijo para que se haga hombre, para que muera en una cruz, resucite, sea glorificado y lograr un beneficio, una cosecha de almas, todos nosotros somos el resultado de esa primicia.
2. JESÚS DIÓ LA PRIMICIA DEL ESPÍRITU SANTO
Romanos 8:23 NVI: “Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo.”
No solamente Jesús ofrendó su vida, como “La primicia del Padre”, sino que Él, como Hijo de Dios, también nos da Su primicia: El Espíritu Santo.
Fue enviado como primicia una vez que Jesús ascendió a la diestra del Padre.
Santiago 1:18 “Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.”
~El Espíritu Santo recibe juntamente con el Padre y el Hijo el resultado de la primicia: La gran cosecha de millones, de millones de personas que han recibido a Jesucristo, que han creído en Él y que han vivido obedientemente a Él.
3. DIOS NOS INVITA A DAR PRIMICIAS
Jesucristo fue primicia del Padre y dio al Espíritu Santo como primicia para poder recoger una cosecha: Recuperar la raza humana del reino de las tinieblas al Reino de Dios.
Dios dio a Su Hijo y Él recibió muchos hijos e hijas. Dios dio Su amor y recibió nuestro amor.
En otras palabras, Dios dio y obtuvo algo en retorno.
Es por eso que se nos invita, así como el Padre dió Su primicia, así como Jesús dio Su primicia, así como el Espíritu Santo dio Su primicia, nosotros estamos invitados a darla también.