Fe del Águila

[et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”4.4.2″][et_pb_row _builder_version=”4.4.2″][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”4.4.2″][et_pb_text _builder_version=”4.4.2″]

Fe del Águila

 
Cuando el nido del águila está en desarrollo, es decir, los aguiluchos están creciendo, llega un momento en que el águila madre tiene que tomar una difícil decisión para enseñar a sus aguiluchos a volar.
Ella agita la nidada y revolotea sobre sus polluelos, empieza a patear el nido, produciendo que los éstos se perturben grandemente por el extraño comportamiento de su madre. No entienden por qué los agrede y lo que es peor, no solamente el águila desbarata el nido en el que están muy cómodos, sino que los empuja con el pico fuera del nido haciendo que el aguilucho caiga al vacío.
Cuando el infortunado polluelo de águila está a punto de estrellarse contra las afiladas rocas del piso, el águila lo coge en sus alas salvándolo y remontándolo una vez más a las alturas. Para luego volver a tirarlo al vacío y cuando está apunto de estrellarse volverlo a llevar sobre sus alas y así hace con su hijo unas cuatro o cinco veces hasta que el aguilucho secreta unos aceites que hacen que sus plumas, que han estado anquilosadas, se lubriquen y comiencen a extenderse para comenzar a volar.

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]